En una entrevista de repaso de la legislatura en el hemiciclo europeo, la que será número dos en la lista del PSOE en las elecciones del 26 de mayo en el Parlamento Europeo, afirmó que le hubiera «gustado avanzar más rápido» en políticas de igualdad de género en las instituciones europeas.
«Se han dado incluso pasos hacia atrás», lamentó García (Baracaldo, 1974), quien señaló «la nueva ola conservadora y de extrema derecha, que está incluso replanteándose principios y derechos conquistados».
Asimismo, criticó que el Consejo -institución que representa a los Estados miembros de la UE- haya bloqueado en últimos años la propuesta de la Comisión Europea para aumentar la presencia de mujeres consejos de administración.
Más optimista se mostró sin embargo sobre el futuro de la directiva de conciliación, que entre otras disposiciones establece un permiso mínimo de paternidad de 10 días por el nacimiento de un hijo, del que dijo «esperar» se apruebe definitivamente antes del fin de la presente legislatura.
García destacó la importancia de la directiva que permitiría incorporar permisos parentales a la legislación comunitaria «para acercar la política a la ciudadanía y que vea lo que Europa hace por ellos para mejorar su vida».
Por otro lado, preguntada sobre si detrás del ascenso de populistas y extremismos no está una deficiente gestión de la crisis por parte de Bruselas, la eurodiputada del PSOE señaló que «evidentemente, se pudo hacer mejor».
García dio valor a asumir responsabilidades porque «solo cuando se asume que algo no se ha hecho bien, uno es capaz de entender que debe actuar de otra manera».
«Europa en la crisis cometió errores. Mientras nos dedicábamos a salvar el euro, no fuimos capaces de ver que había gente que se estaba quedando el margen de esas decisiones y que la política de austeridad a ultranza lo que hizo fue expulsar del sistema de bienestar a millones de hombres y mujeres».
Sobre el polémico voto de los eurodiputados socialistas españoles a principios de legislatura contra la elección del luxemburgués Jean-Claude Juncker, Iratxe García defendió esa decisión, si bien reconoció que los acontecimientos posteriores le han hecho ver al presidente de la Comisión Europea desde otra perspectiva.
«Juncker, sin ser para nada socialdemócrata, sí ha tenido una posición en defensa del proyecto, y cuando este está en peligro pues es momento de entendernos y buscar espacios para seguir construyendo Europa» ante los ataques de euroescépticos y extremistas, señaló.
García fue la única de la delegación que apoyó durante los últimos cinco años de forma pública al ahora presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en las distintas primarias del PSOE a las que se presentó, a diferencia de otros compañeros socialistas que no repetirán en la Eurocámara a partir de julio, como Elena Valenciano o José Blanco.
«Nunca me he sentido sola. Un cosa es la relación personal y otra la política (…) Hemos tenido buena relación y eso es también importante pues la política está también hecha de personas, eso no hay que olvidarlo», señaló.
De cara a la futura Eurocámara, la líder del PSOE señaló que el grupo socialdemócrata europeo no se cierra las puertas a pactar con otras fuerzas europeístas, aunque su grupo dejará claras sus «prioridades» antes de negociar.
Entre otras, enumeró «el avance del pilar social, la garantía de la igualdad de género, así como las políticas sostenibles y medioambientales en equilibrio con las oportunidades para el medio rural».
Del número uno de la lista cremallera del PSOE a las europeas, el ministro de Exteriores y expresidente de la Eurocámara (2004-2007), Josep Borrell, destacó que es «un gran compañero» y «un gran socialista comprometido con la igualdad y los valores del propio feminismo europeo».
Por Lara Malvesí