La eurodiputada vallisoletana –de adopción– Iratxe García (Baracaldo, 1974), se apartó de la presidencia de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo tras la dimisión de Pedro Sánchez en octubre de 2016. Ahora, con el regreso del candidato madrileño a la secretaría general del PSOE, se ha vuelto a poner al frente de los socialistas españoles en Bruselas y forma parte de la nueva ejecutiva federal.
–¿Cómo ha sido su vuelta al frente de la delegación del PSOE en el Parlamento Europeo?
–Esta misma semana he tomado de nuevo las riendas de la delegación socialista española, y lo hago con mucha responsabilidad, con mucha ilusión y sabiendo que tenemos retos muy importantes. Posiblemente estos próximos años vayan a definir el modelo de una Europa distinta a la de ahora, con crisis fundamentales en el marco de la política de refugiados, con el ‘brexit’, con la situación económica… Los socialistas españoles necesitamos tener un papel fundamental a la hora de definir la socialdemocracia europea y cómo va jugar ante estos retos y estos desafíos.
–Igual que Sánchez, Renzi también ha vuelto a liderar su partido. Francia vive el fenómeno Macron, Theresa May ha perdido la mayoría absoluta… ¿Se está viviendo un nuevo momento en Europa?
–Sí, es un momento de grandes desafíos y también de cambios a nivel político. Quién iba a imaginar que Theresa May, que tenía una mayoría muy holgada para negociar el ‘brexit’, iba a tener el resultado que tuvo, ¿no? Eso significa que la ciudadanía europea nos está exigiendo a las fuerzas políticas que definamos nuestro proyecto, que volvamos a poner a los ciudadanos en el centro de nuestro discurso y de nuestras políticas y que seamos capaces de hacer realidad el sueño europeo. Europa se conformó para poner en práctica los valores de solidaridad, de igualdad, de justicia, de recuperación. Por desgracia, en los últimos años se ha perdido el rumbo y hoy tenemos que replantear nuestras políticas. Tenemos que luchar contra los nacionalismos exacerbados, contra los populismos, contra los antieuropeísmos, que plantean una solución a los problemas que no tiene en cuenta la realidad de la Europa del siglo XXI.
–¿Abandonó con pena el cargo en octubre?
–No, dejé de asumir una responsabilidad que entendía que estaba ligada a una dirección política. Yo he seguido trabajando en el Parlamento Europeo y asumiendo las obligaciones que tengo como parlamentaria, pero entendía que en ese momento era lo que correspondía. Había una dirección política provisional distinta a la que en su día había confiado en mí para llevar las riendas y por eso asumí la decisión de dejarlo.
–¿Siempre pensó que Sánchez volvería estar al frente del PSOE?
–Yo pensé que este partido necesitaba darle la voz a los militantes y que los militantes dijeran realmente qué proyecto y qué partido querían, y yo estaba convencida también de que una gran mayoría de la militancia estaba apostando por ese cambio.
«Éramos conscientes de que la situación que ha vivido el PSOE era muy difícil de mantener»
–Desde el mismo día de su dimisión, Pedro Sánchez manifestó su intención de volver a intentarlo…
–Dijo que quería que hubiera un cambio en el partido. Es verdad que hubo un tiempo de reflexión, como es lógico, pero siendo muy conscientes de que la situación provisional que ha vivido nuestro partido era muy difícil de mantener. Nos hubiera gustado que se hubiera hecho de una forma más rápida, han sido ocho meses difíciles, pero ahora es el momento de hablar de futuro. Se ha celebrado el congreso, la militancia ha decidido, hemos definido nuestro proyecto político y es el momento de hablar de qué futuro queremos para nuestro partido, para nuestro país y para Europa. Necesitábamos hacer ese ejercicio de reflexión común, colectivo, y ahora estamos preparados para ofrecer una alternativa a la ciudadanía.
–¿Cómo se ha vivido desde dentro todo ese periodo?
–Todos lo hemos reconocido, han sido momentos difíciles, y realmente creo que por esas dificultades era más necesario que nunca celebrar un congreso donde definiéramos el equipo y el proyecto. Pero, insisto, hay que hablar ya de futuro. No es una cuestión de olvidar, creo que somos un partido histórico que ha pasado por muchas situaciones difíciles y que de ellas hemos salido, igual que ahora.
–¿En qué aspectos va a cambiar el PSOE con la elección de Sánchez?
–Somos el PSOE de siempre. El PSOE no puede cambiar porque nuestros valores están en las raíces. Es un partido que defiende la igualdad, la justicia, la cooperación, la solidaridad, y esos son los valores de siempre, pero tenemos que adaptarnos a las nuevas realidades. La España de hoy poco tiene que ver con la de hace tres décadas, y eso significa que todos los partidos tienen que adaptarse a una manera de hacer política más abierta, más transparente, más cercana. El resultado de las primarias ha sido magnífico en cuanto a la participación. Que hayan votado más del 80% de los militantes significa que este es un partido que está vivo.
Nueva etapa
–¿Se vislumbra ahora una mayor armonía en el seno del PSOE?
–Se vislumbra una unidad que es necesario abordar y mantener en el tiempo, porque es lo que nos está exigiendo la ciudadanía, que estemos unidos y seamos capaces de hablar de los problemas y soluciones que existen fuera de nuestro partido, no dentro.
–Estuvo en Ferraz el día 21 de mayo durante el recuento. ¿Cómo vivió aquella noche?
–Con mucha emoción y optimismo, porque sentía que volvíamos a recuperar el PSOE para la gente.
–Al igual que Óscar Puente, ¿cree que lo de las baronías fue un paréntesis en la historia del PSOE?
–Hemos pasado por distintos momentos de relaciones entre las estructuras del partido, y yo creo que los secretarios generales de las federaciones cumplen labores fundamentales y tienen una gran responsabilidad en el marco de sus territorios, pero tenemos que ver de qué manera encarrilamos la relación entre las distintas direcciones políticas. En las primarias dijimos que el voto de todos los militantes vale lo mismo, sea un militante de base o un barón. Tenemos que entender que un proceso de primarias lo que hace es igualar la opinión de toda la militancia.
–¿Cómo cree que influirá en el electorado todo lo que ha vivido el PSOE en los últimos meses?
–Yo creo que hoy la ciudadanía está más cerca del PSOE, porque los ciudadanos nos reclaman a los partidos políticos que seamos coherentes, que si decimos una cosa tenemos que hacerla, y el PSOE se presentó a unas elecciones generales diciendo que éramos la alternativa al Partido Popular. Pedro Sánchez representó esa coherencia y la actual dirección del partido también. Yo creo que la confianza de cientos de miles de personas ha vuelto otra vez al PSOE. Había muchísima gente pidiéndonos volver a confiar en nosotros.
–Parte de los votantes de Podemos proceden del PSOE. ¿Es necesario un entendimiento con Podemos?
–Es necesario un entendimiento con las fuerzas políticas que quieran posibilitar un cambio para nuestro país, y ese diálogo y esa cooperación se está dando en otros niveles, como el local y el autonómico. Es indispensable que el PSOE tenga la capacidad de liderar una alternativa entendiendo que hay otras fuerzas políticas que también se pueden sumar a este cambio.
«Es necesario un entendimiento con todos los partidos que quieran posibilitar un cambio»
–¿Ve a Rajoy como presidente del Gobierno hasta 2020?
–Espero no ver a Rajoy como presidente del Gobierno hasta 2020. Creo que este país necesita oportunidades y creo que el gobierno del PP no las ofrece. Además es un gobierno de un partido inmerso en casos de corrupción, y no es lo que este país se merece. Yo espero que pronto pueda haber una alternativa al señor Rajoy.
–Hay cinco castellanos y leoneses en la ejecutiva de Sánchez, Luis Tudanca presidió el Congreso Federal… ¿Esa predominancia se debe a una menor presencia andaluza?
–Creo que es porque en Castilla y León hay compañeros y compañeras con una sintonía con el actual secretario general y con la forma de entender lo que el PSOE debe ofrecer a la sociedad, no es una cuestión de haber estado en un sitio o en otro durante las primarias. Y creo que esa presencia es positiva. El peso de nuestra tierra en los órganos de dirección federal van a ser el anticipo al cambio que Castilla y León necesita.
Cambio en Castilla y León
–¿Puede esto acercar al PSOE a la presidencia de Castilla y León?
–Yo estoy convencida de que sí, de que cada vez estamos más cerca. El PSOE de Castilla y León y Luis Tudanca están haciendo un trabajo ímprobo de contacto con todas las organizaciones sociales y la sociedad civil de la región. Allí donde existe un problema está intentando buscar soluciones. Castilla y León merece un cambio y merece que ese cambio lo pueda representar Luis Tudanca.
–La alcaldesa de Medina del Campo acaba de dar un paso al frente en la provincia. ¿Ve a Teresa López como secretaria provincial?
–Veo a Teresa López como una compañera que ha demostrado su capacidad de trabajo y de entendimiento con todos las espacios donde necesitamos llevar a cabo nuestra actividad. Tiene muchas capacidades para desarrollar cualquier responsabilidad política y orgánica. Cuando se abra el proceso, que aún no está abierto, los militantes tendremos que decidir.
–¿Cree que tendrá rival?
–No lo sé. Los militantes de Valladolid tienen la libertad para poder plantear cualquier tipo de alternativa. Cualquier militante de este partido puede tomar la decisión de asumir las riendas a los distintos niveles.
–La abstención del PSOE en la votación sobre el Tratado de Libre Comercio con Canadá, ¿es para desmarcarse de las políticas de Rajoy o hay otras razones de fondo?
–La razón es que hemos celebrado un congreso en el que hemos hablado sobre cómo tenemos que afrontar los procesos de globalización. El PSOE apuesta por un comercio con reglas, que garantice el respeto y el cumplimiento de las normas sociales, laborales y medioambientales. El CETA incluye muchas de estas cuestiones, pero también genera muchas incertidumbres. Hay una preocupación importante de una gran parte de colectivos y de organizaciones sociales y sindicales. Nosotros hemos intentado estudiar en su conjunto el efecto que puede tener este acuerdo.
–¿Cómo explicaría a los habitantes de su pueblo, de Laguna de Duero, la plurinacionalidad?
–Diría que vivimos en un país donde está garantizada la unidad del Estado como territorio, pero que también entendemos que hay distintos sentimientos. Que uno puede sentirse español y catalán y eso no es incompatible con aquel que tiene un sentimiento exclusivamente de español. Que es posible esa convivencia siempre y cuando seamos capaces de garantizar la integridad del Estado.
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