La presidenta de la Delegación Española Socialista en el Parlamento Europeo y portavoz de la comisión de Igualdad y derechos de la Mujer, Iratxe García, ha denunciado que “en la Europa moderna del SXXI, hay esclavas sexuales y hay mujeres explotadas laboralmente”. “Hay más de 500.000 mujeres y niñas que anualmente atraviesan nuestras fronteras en manos de mafias y grupos organizados de delincuentes”, ha expuesto.
Por ese motivo, durante su intervención en el Pleno, la eurodiputada ha reclamado a la Comisión Europea y a los Estados miembros “una estrategia contra el tráfico de mujeres y contra la trata de mujeres y de niñas, porque hay que convertir las leyes en instrumentos y en recursos”.
“Podríamos ponerles nombre y apellidos, rostros a estas mujeres engañadas y obligadas a ejercer la prostitución. Mujeres y niñas amenazadas con asesinar a sus familias, contraen una deuda y el dinero de los clientes termina en los bolsillos de los delincuentes”, ha explicado. “Digo esto porque todavía hay quienes de forma ingenua o intencionada dicen que la prostitución es un ejercicio de decidir libremente sobre lo que uno quiere hacer con su vida. Creo que también sería el momento de que en Europa habláramos de la legislación, porque sin clientes, no habría delincuentes con los bolsillos llenos”, ha manifestado García.
Testigos de la explotación laboral en Sicilia
La europarlamentaria también se ha referido a la explotación laboral. “El Grupo Socialista estuvo en el mes de julio en la isla de Sicilia, en Ragusa, para visitar explotaciones agrícolas donde hay mujeres, mayoritariamente en este caso rumanas, que están siendo explotadas laboralmente, que trabajan de sol a sol por menos de 3 euros diarios, acaso si cobran”.
Según Iratxe García, “ambas situaciones, las mujeres explotadas sexualmente y las explotadas laboralmente, tienen un denominador común: mujeres vulnerables que sufren”.
Por ese motivo, la líder socialista ha apelado a actuar: “Es nuestra responsabilidad, es nuestra obligación. No renunciamos a denunciar y a ser la voz de esas mujeres. No hay excusas para callar”.
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